10 cosas maravillosas que suceden cuando tu Startup supera los 5 primeros años de vida
¿He dicho 5 años? si, he dicho 5 años. También he dicho 10 cosas maravillosas 😁
Es posible que en estos momentos tu cabeza esté haciendo ¡boom!
Normalmente se asocia el concepto startup a los dos o tres primeros años de vida de un emprendimiento basado en el desarrollo de plataformas o apps. Sin embargo, dependiendo de muchos factores, puede pasar mucho más tiempo hasta que una startup no solo haya encontrado, sino que ejecute un modelo de negocio... y sin requerir nuevas rondas de inversión.
Así que si eres de los que, como yo, pensaban que en un par de años ya estarías facturando un dineral y viendo cómo tu empresa cotiza en bolsa desde una piscina en un resort de lujo... bienvenido a la realidad.
Sin embargo, si has conseguido navegar por más de 5 años puede ser no pases a engrosar el cementerio del valle de la muerte.
Estos días he estado reflexionando, porque estamos preparando una nueva junta de accionistas, y he acompañado a mi socio José en varias reuniones. Y me he dado cuenta de lo mucho que controlamos ya todos los aspectos de la actividad. No solo ingeniería y producto, también customer, soporte... y, por supuesto, la parte financiera.
Llevamos en dique seco de inversión desde 2023. Creedme: no son buenos tiempos para salir a buscar fondos.
Y sin embargo, cuando miro atrás, recuerdo momentos de auténtico pánico. Ahora, aunque la preocupación no desaparece, muchas veces enfrentamos situaciones realmente complejas… con una sonrisa.
Aquí te dejo las 10 cosas maravillosas que suceden si superas tus cinco primeros años de vida:
- Sucede que por fin los procesos se alinean con el modelo de negocio
- Que un antiguo cliente vuelve para con un proyecto más grande
- Te das cuentas que tomas más decisiones estratégicas que operativas
- Que el banco te ofrece línea de crédito aunque el balance sea negativo
- Que el equipo te reclama que no sigues tus propios protocolos
- Cuando el equipo realmente valora la cultura de flexibilidad y objetivos
- Cuando ir a la oficina se convierte en una opción y todo el mundo queda allí
- Los comités de crisis comienzan con un chiste
- Los inversores te felicitan, aunque tu cuenta de resultado cae
- Las risas con la que se suponía era la última versión del lienzo de negocios
Y claro, no todo es perfecto. Pero cuando empiezas a reconocer estas señales, algo dentro te dice que, aunque sigues remando, el barco ya no se tambalea como antes.
Lo más curioso es que, muchas veces, te das cuenta tarde. Porque cuando estás metido en el día a día, no suena ninguna campana que diga: "Enhorabuena, has pasado al siguiente nivel." Simplemente, un día, te encuentras sonriendo en medio del caos… y entiendes que tu empresa ya no es solo aquella idea original que pocas personas entendían.
No sé en qué punto estás tú. Puede que aún estés buscando validación, modelo o equipo. o quizás ya has vivido alguna de estas señales y no te habías parado a pensarlo.
Sea cual sea tu momento, lo importante es seguir. Porque si sigues, aprendes. Y si aprendes, maduras.
Como decía Epicteto:
“Ningún hombre es libre si no es dueño de sí mismo.”
Y quizá eso también sea emprender: aprender a ser dueño de tus decisiones, incluso cuando todo es incierto.
¿Y tú? ¿En qué punto estás en tu viaje como emprendedor?
Te leo en los comentarios.