La decisión más complicada, dejar mi trabajo para dar paso a la Startup

La decisión más complicada, dejar mi trabajo para dar paso a la Startup
Photo by Joshua Earle / Unsplash

En Junio de 2014, fiché por última vez en Isla Soft, S.L., tras 17 años como trabajador y tras unos meses de reflexión, finalmente la decisión de salir fue mucho más fuerte que la estabilidad que siempre me dio esta empresa.

La decisión de dejar mi trabajo no es algo que lo tengas claro de la noche al día, tampoco es algo que haces de manera impulsiva, si bien es cierto que en la vida de las personas pueden existir detonantes que aceleren la decisión de un cambio tal importante y transcendental como este.

Te confieso que siempre he tenido un espíritu emprendedor, de hecho antes de formar parte de la plantilla de Isla Soft, S.L. esta empresa fue mi cliente, me remonto al año 1.996 y un estudio de servicios profesionales dirigidos a empresas tanto en la parte de diseño como desarrollo que monté en casa de mis padres, imagínate las vueltas de la vida. Más de 1 año trabajando como freelance desde casa.

Cada siguiente año la evaluación en términos económicos y de estabilidad de aquella decisión hace pensar (sobre todo a mi mujer) que fue una mala decisión, Y aunque estas dos variables, la económica y la estabilidad han aumentando en estos últimos 3 años, si si 3 años, a día de hoy es posible que nos queden recorrer algunos meses más para que mi mujer (es el gran termómetro financiero) esté tranquila. En términos de evolución profesional no tiene parangón como te podrás imaginar.

Un último apunte de Isla Soft, S.L, 2 años más tarde a mi salida se vendió. Parte del equipo sigue manteniendo productos ahora bajo el techo de una nueva empresa. Orgulloso de haber sido parte de la historia de esa empresa de haber sido partícipe de la creación de nuevos productos como fueron ContaWin 2000 Office (hasta 2014), IslaWin Gestión e iGes365 como los principales proyectos en los que trabajé. Durante muchos años fuimos una gran familia e indudablemente con grandes momentos vividos.

Estamos a Julio de 2017, la proyecciones económica de mi startup son muy buena, en realidad nunca antes había sido tan importantes, se vislumbra unos meses decisivos (déjame toca madera) para la consolidación del proyecto, el objetivo a corto, superar con el equipo actual lo que queda de año y situarnos en 2018, habiendo en el trecho consolidado la línea comercial dirigida a gran empresa que actúa desde Madrid, la línea de servicios que se ejecuta de desde Tenerife y la línea de colaboración con empresas relevantes en el sector de marketing de contenidos.

Espero en unos meses contarte un nuevo escenario y llegar la “tranquilidad

¿Qué me hizo saltar al emprendimiento?

El detonante sin duda, fue la manera en la empresa efectuó el despido a Juan Carlos, persona con la que había compartido toda mi trayectoria dentro de la empresa, ocupaba el cargo de Jefe de desarrollo y para mi siempre un maestro y un tipo con unas ideas geniales.
A esto se le suma otro elemento importante, la desmotivación que ya venía arrastrando desde años, políticas de empresa y un estado de desconfianza permanente.

Como te podrás imaginar no quiero dar demasiados detalles, creo que tampoco aportarían demasiado valor (me quedo más con los aprendido, con los compañeros y con la oportunidad brindada por la empresa tantísimos años), sin embargo como te comentaba arriba, tras la salida de JC pase tres meses de reflexión sopesando el momento, sopesando la viabilidad de mi proyecto, los niños, mi mujer, las cargas financieras, ahorros, todo.

Las formas me mataron y marcaron un antes y un después, tengo que reconocerlo. Supongo que todo tiene un fin en esta vida.

Tres meses formando e integrando a nuevas personas en el departamento (Guillermo y David, casualmente estas dos personas se llaman igual que mi hijo mayor, e igual que el hijo menor de JC), 3 meses reflexionando, 3 meses de tormenta y 3 meses donde sentí que si no hacía caso a mi espíritu emprendedor, o que si agachaba la cabeza podrían pasar otros 10 años y verme con 50 años, mirar atrás y pensar “tenías que haberlo intentado”.

40 años, casado y con dos niños, Guillermo como 6 años y Marcos con 3 años, además de una crisis económica en España que duraba ya 7 años, no es a priori un buen marco. Sin embargo en mi caso consideré lo siguiente:

  • Porque en mi casa no existían deudas, ni hipotecas ni préstamos
  • Porque había pactado integrar al nuevo equipo a cambio de un despido digno (indemnización, paro y con reconocimiento). Esto fue una lucha, pero si no se hubiera dado no estaba en mis planes tirar por la borda 17 años.
  • Porque tenía claro, validado y diseñado lo que hoy es BlogsterApp
  • Porque mi idea no era ir al paro a buscar trabajo, sino a crear mi propia empresa
  • Porque en la empresa ya me había topado con un techo, desde hace más de 7 años atrás, no podía volver a lo mismo :(
  • Porque confiaba en mis habilidades, capacidad de trabajo, de sacrificio y resolución de problemas.
  • Porque quería llevar a mi familia a mejorar nuestra calidad de vida (ver a mis hijos, llevarlos al colegio, conciliar vida familiar y profesional)

El hombre más feliz de la tierra

Así es como describiría “como el hombre más feliz del la tierra” muchas fases del desarrollo de mi startup, llevar los niños al colegio, las primeras líneas de código, la entrada de Microsoft y el reconocimiento como startup de alto potencial, los primeros clientes, validación de gran parte de las hipótesis del Lean Canvas en 1 año, los premios y reconocimientos la creación de un nuevo equipo, la creación de la empresa, el salto a la oficina, la llegada de los 100K€ de financiación, los diferentes pivotes, los avances, el diseño, la puesta en marcha de nuevas funcionalidades, la aparición de nuevas versiones y nuevos clientes que las ocupaban, participación en eventos y compartir momentos con mis socios, la renovación con Microsoft por dos años más, la creación del equipo de ventas y la llegada (estamos en ello) de los primeros clientes corporativos.

Sin duda, grandes sensaciones, momentos únicos que intentaré sacar a la luz en este blog. Hay un momento que fue en Tenerife Land Party 2015, ante un jurado internacional formado por Nolan Bushnell e Ian Livingstone, con un micro en la mano y un pitch en dos fases defendiendo BlogsterApp, que sin duda para mi en lo personal ponen la guinda a todo el trabajo previo y todas las decisiones previas.

TLP 2015 - Pitch BlogsterApp

El hombre más infeliz de la tierra

No pienses que esto es una historia de color de rosa, realmente y sobre todo durante los dos primeros años donde te preguntas ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Por qué lo he hecho?....te hablaré sobre el valle de la muerte, la incertidumbre, la mortandad de las startups, los fracasos en otro post, este tiene que tener un final feliz!

Y como dice la canción, “Esperando a un día soleado de Bruce Springsteen”